martes, 1 de junio de 2010

Extracto del artículo “Crónica de un aterrizaje de emergencia” de Guillermo Durán publicado por Gaceta Nautica en el mes de abril del 2004


La regata Denia-Ibiza -Denia, puntuable para el campeonato de España de solitarios del año 2004 fue especialmente dura. La salida se dio por la tarde y estuvimos navegando contra la marejada de levante toda una fría y lluviosa noche, algún solitario me confesaba que no había podido soltar la caña en toda la ceñida, 14 horas, ni tan siquiera mientras “achicaba” lo que su estómago ya no podía retener.


Amaneció uno de los días más grises que recuerdo, sin parar de llover ni un solo minuto. Al atardecer llegue a puerto justo antes de que arreciara el temporal de levante. Obviamente, Denia no es el puerto más seguro para entrar con fuerte marejada de levante, pero si encima lo haces por la noche, en un pequeño barco, lloviendo a cántaros, sin visibilidad y en solitario, la situación, con toda seguridad, causará el mayor de los temores incluso al navegante más experimentado. Por suerte no era mi caso, ya que cuando anocheció y arreció el temporal yo ya me encontraba firmemente amarrado.

“Ya en puerto, en mi confortable camarote, intento secar hasta la última de mis empapadas prendas con la ayuda de un mini calefactor mientras escucho en el canal 72 la entrada del último superviviente. El firts 28 Curioso-Vendimia está llegando a la escollera, es noche cerrada, llueve a cántaros y aúllan 35 nudos de viento con fuerte marejada de levante. Sé que la situación es comprometida ya que la boya no está lejos de las rompientes de la escollera y tendrá que entrar a vela en el puerto, maniobrar y arriar en un espacio muy reducido. El silbido del viento en las jarcias resuena como la música de una película de terror. Asisto, emocionado, a lo que parece un aterrizaje de emergencia guiado desde la torre de control. El comité, en la escollera, le está dando instrucciones para enfilar la bocana “¡VAS BIEN, VAS BIEN CONTROLA LA BALIZA, LA BALIZA!” “¿BALIZA?¿BALIZA?¡ NO VEO NADA!” “SIGUE, SIGUE, QUE VAS BIEN”, también se oyen las lanchas de apoyo que han salido para guiarlo y arroparlo mientras el comité intenta mantener la calma “TRANQUILOS, QUE NO CUNDA EL PÁNICO YA CASI ESTÁ ”, en una reveladora exclamación una de las lanchas de apoyo contesta“¡¡SÍ PERO ESTO ACOJONA!!”. Asomo la cabeza por la escotilla y puedo verlo entrar a toda velocidad, ya sin foque pero con toda la mayor. En una brusca maniobra emproa la embarcación y las neumáticas que le acompañan se lanzan una por cada lado para detenerlo .

En la cena coincido con el patrón que no da mucha importancia a lo sucedido, sin embargo la organización tiene el buen criterio de darle el mejor trofeo, un reloj. Aun así me parece poco para tanto sufrimiento. No se puede describir la angustia y el desamparo que experimenta un navegante, que se encuentra solo en el mar, ante una situación que le supera. Enhorabuena al autentico campeón de la regata.”

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